Sabemos que es un topicazo eso del cómo pasa el tiempo… pero ¡cuánto de cierto tiene!. Estamos cerrando un ciclo, el 2018, y al releer lo que escribimos cuando acabó 2017 nos da vértigo pensar todo lo que ha ocurrido este año.
El pequeño colectivo de personas detrás de Nodo Común comparte el sueño de generar una sostenibilidad laboral (también compartida y coimplicada) y ha crecido de una forma progresiva, cuidada y querida. A día de hoy ya somos 7 personas impulsando este sueño común: Pedro Barrios, Gabriel Bettin, Daniel Cotillas, Naty Espitia, Carmen Lozano Bright, Estrella Soria y Mónica Zamudio. Contamos siempre con el apoyo inestimable de nuestra asesora Patricia Serrano. Nos gusta comprobar cómo cuando cuidamos las alianzas y las nutrimos despacio, crecen más sólidas y comprometidas a pesar de las distancias.
En este tiempo nos hemos sumado personas que compartimos un deseo de experimentar organizativamente otras formas de gestión y dinamización en las que quepa la calma, el autocuidado, la utopía, el desarrollo personal y el colectivo; que en lo colectivo se compatibilicen los quereres con los haceres; equilibrar la autonomía y autoregulación con la explotación y auto-explotación… La nave en la que nos subimos tiene muchas esperanzas de mejorar para posibilitar las experiencias que nos vinculan.
Descentralización geográfica – red interconectada
Al inicio del año nos invitaron a formar parte de la Escuela de Influencia de OXFAM Intermón en Madrid, un espacio en el que acompañamos a movimientos sociales y organizaciones de proximidad feministas y antirracistas con herramientas, trucos y pistas para poner en práctica maneras de comunicación más colaborativas y conscientes de la necesidad de implementar medidas de seguridad y soberanía digital. Acabamos documentando el proceso en abierto. En este foro conocimos a nuevas compañeras con quienes hemos seguido enredando y trabajando en sus herramientas de comunicación: diez meses después, Mundo en Movimiento cuenta con una plataforma digital que incluso contribuye en la generación de socios y donaciones.
Al poco tiempo nos sorprendió una grata noticia. El proyecto del Centro Cultural 2.0 que hemos apoyado desde el inicio y que en 2017 no logró suficientes apoyos, fue considerado este año un proyecto merecedor de inversión económica pública para la ciudadanía madrileña que participa a través de la plataforma Decide Madrid. Ahora nos preguntamos, ¿qué pasa con la ejecución de estas buenas ideas una vez pasan por el filtro oficial de la participación ciudadana?
En el día a día de 2018 no hemos dejado de acompañar a compañeras de antiguas alianzas: Contra Corriente, avanzando en la mejora de su web, así como la Plataforma LAC, Hábitat para la Humanidad, Hijos e Hijas Colombia y Perrosueltos. Además hemos creado algunas plataformas para nuevas organizaciones, como la Fondazione Rossi en Italia.
Hablar de lo que hacemos también implica documentar de qué manera lo hacemos y en dónde nos encontramos. Cada una de las integrantes de esta alianza es una gran potencia que genera la vinculación multidisciplinaria en una región donde predominantemente se conversa en castellano, aunque físicamente estemos en Cali, en Toronto, en el DF, en Atlanta, en Madrid o en tránsitos globales.
Con el paso del tiempo reconocemos en la práctica que únicamente yendo pasito a pasito podemos contrastar lo que queremos con lo que hacemos.
Por ejemplo, Estrella Soria viene trabajando como consultora organizacional para la protección de la información y durante marzo del 2018 presentó junto con Luisa Ortiz Hacks de Vida Consejos prácticos para la atención a personas que enfrentan violencias de género en línea en América Latina, investigación y en reflejo de experiencias compartidas con colegas que trabajan en y desde organizaciones que promueven libertades y derechos digitales; además, consiguió junto con Margarita Padilla, Inés Bebea y Diana Franco, cerrar la primera parte de una investigación que tuvo lugar en Medialab-Prado, en Madrid, a lo largo del año.
¡Ojo con las piedrecitas preciosas para el neoliberalismo !
A pesar de que nos sentimos afortunadas de tejer esta red de apoyos y trabajos compartidos, sacar adelante las tareas en red y a distancia supone recorrer un camino lleno de baches. Trabajar a distancia brinda todas las facilidades para hacerlo en pantuflas desde casa, en el bus, en el baño; permite organizar los tiempos y tareas. Pero no coincidir en tiempo y espacio con todas las personas con quienes trabajamos causa mella con el paso del tiempo. Cada quien opera como un nodo inteligente y se desenvuelve en uno o varios territorios interconectados. El tramado puede tornarse realmente fuerte a través de la maravillosa telemática pero también hay que aceptar algunas de sus limitaciones. A veces nos preguntamos cómo lidiar con el trabajo desde casa que fácilmente se convierte en jornadas de trabajo más extensas de lo que querríamos; nos preguntamos si podemos tender a una horizontalidad en el reparto de trabajos y roles; si el autocuidado colectivo que nos gustaría poner en práctica no termina convirtiéndose en un cuidado individual cuando nos cuesta encontrarnos. En definitiva, este año nos hemos planteado constantemente cómo seguir tejiendo alianzas colectivas en torno a lo laboral sin terminar autoexplotándonos y precarizándonos, o lo que es similar, trabajando gratis para el capitalismo a costa de nosotras mismas.
Encontrarnos en Madrid
En Nodo Común seguiremos apostando por las interconexiones galácticas porque de ellas, del trabajo en red y de las experiencias de compañeras en movimiento es de lo que más aprendemos todas. Sin embargo, reconocemos la oportunidad altamente valiosa de que varias de nosotras hayamos podido trabajar codo con codo en Madrid este año.
En mayo recibimos una llamada de auxilio de la revista La Marea. “¡Necesitamos hacer una campaña de crowdfunding, ayuda!”. Acudimos con excepticismo y terminamos charlando sobre maneras cooperativas de comunicación. Iniciamos una relación que camina y se cocina desde el hacer. Ha sido bonito indagar en la creación de herramientas organizacionales para que la gente se empiece a mojar aportando lo que sabe. Hemos jugueteado haciendo los streamings de la rueda de prensa “Madrid con Altsasu” y de la presentación del colectivo de personas afectadas por el Instituto de la Seguridad Social. En junio produjimos junto a La Marea dos hitos: el evento de Orgullo Cooperativista que nos acercó al Teatro del Barrio, una cooperativa cultural tremenda y la producción y comunicación de la asamblea anual de la cooperativa MÁSPúblico, editora de La Marea, en el Espacio Vecinal Arganzuela de Madrid.
Pasado el verano nos convencieron: hay que hacer una campaña de microfinanciación para que el proyecto de investigación periodística sobre violencias machistas #PorTodas se viable. Acudimos a una plataforma aliada: Goteo.org. El proceso fue agotador, vertiginoso y después de una remontada épica, cerramos el año sabiendo que para 2019 #PorTodas tiene la financiación necesaria para publicar una investigación en profundidad sobre asesinatos machistas en España.
Soberanía digital y cultural
Hemos creado nuestra propuesta de Hospedaje con Nodo Común para así cerrar el círculo que complica a tantas organizaciones y ofrecer desde la compra de un dominio hasta hospedaje, diseño web, programación, estrategia de comunicación… Cada vez que iniciamos una nueva conversación para hospedar un nuevo proyecto nos enriquecemos. Y si estas buenas charlas se dan con unas cervezas de por medio, mejor :)
Y como si nada, el docu/reportaje que realizamos el año pasado sobre piratería y acceso a la cultura audiovisual en Cochabamba se ha proyectado en el Festival Creative Commons de Uruguay y en la VIII Muestra Internacional de Videoarte Raymi en Perú. Toda una alegría que Cultura Radical vuele así de libre.
En noviembre se realizó el Encuentro Online de Cultura Libre del Sur con los siempre geniales Mariana y Jorge de Ártica, y acompañados de los también maravillosos Baixa Cultura, Em Rede, Rede das Produtoras Culturais Colaborativas y Ediciones La Terraza. Con estas últimas creamos un interesante sistema para la curaduría de editoriales libres. El encuentro nos motivó para darle un impulso a Investigación Social punto Net y ¡vaya que se lo hemos dado! Ahora la plataforma está traducida a inglés y portugués y esperamos que para 2019 tome nuevos y buenos rumbos de participación académica.
En este sentido también nos alegra mucho haber iniciado una colaboración con el grupo de investigación Dietética Digital, gestionando y hospedando sus datos. Y también con la revista Teknokultura con quienes vamos a echarle bits a la comunicación de los números por venir.
¿Que si pasa el tiempo? Claro que pasa. Y con él muchas cosas ante las que vale la pena detenernos y recapitular, detenernos y pensar, detenernos y preguntarnos juntas ¿hacia dónde manejamos este barco el próximo año? Ante el auge de fundamentalismos que nos rodean, en 2019 queremos hacernos más preguntas, compartir las dudas, construir juntas y formular nuestros pequeños trucos en clave abierta.
¡Seguimos para el 2019!
GRACIAS enormes a tanta gente querida que nos acompaña y se suma en el hacer.
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